Ser el tuerto en el país de los ciegos te convierte en el rey, pero no se te puede olvidar tu condición de tuerto porque el reino es muy pequeño y en cuanto salgas podrías toparte con tu insignificancia.
O visto en positivo, el ser humano debe luchar por huir de la auto complacencia y por mejorar a diario. Creerse mejor que alguien es el principio para la autodestrucción. Esta reflexión sobre el reinado del tuerto es un extraño homenaje a una persona y una institución que marcaron la forma de ser hoy de este escribiente tuerto.
El pasado 9 de octubre, varias personas especialmente queridas fueron reconocidas con los Premios Ciudad de Jerez. Permítanme destacar a una: Aurelio Real Vega, don Aurelio.
Fanático enseñante, baloncestista y volador de tizas, pero, sobre todo, educador. Según sus propias palabras el mérito del premio es de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia "SA-FA" y de su cercana jubilación. ¡Qué buen ejemplo de tuerto converso!
Lo siento don Aurelio pero he de llevarle la contraria. El mérito es suyo porque más allá de conexiones religiosas con la orden de los jesuitas, usted y su equipo, educaron, no religiosamente, sino en valores. Incluso, en facetas tan complicadamente competitivas como el deporte. El equipo de baloncesto que formamos en el cole era realmente bueno pero nunca participamos en los Juegos Municipales o competiciones parecidas porque los partidos coincidían con los entrenamientos, nuestro o de los más pequeños no recuerdo, y no se sacrificaba jamás la educación por la competición. Hoy me encanta el baloncesto más allá de los resultados.
Pero más allá de la anécdota enseñó usted a pensar antes de opinar, hablar o ejecutar. Eso no me sale del todo bien pero lo sigo intentando. Pensar antes de hablar... ¡Ay! Si más de uno o una hubiera sido educado por usted quizá no serían hoy ciegos con grandes aires de vidente ilustrado.
Por cierto, todos mis respetos a los que físicamnete no pueden ver porque dan lecciones de cómo mirar la vida.
Bueno, a lo que iba.
Don Aurelio,... Aurelio,... amigo,... Gracias.
El pasado 9 de octubre, varias personas especialmente queridas fueron reconocidas con los Premios Ciudad de Jerez. Permítanme destacar a una: Aurelio Real Vega, don Aurelio.
Fanático enseñante, baloncestista y volador de tizas, pero, sobre todo, educador. Según sus propias palabras el mérito del premio es de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia "SA-FA" y de su cercana jubilación. ¡Qué buen ejemplo de tuerto converso!
Lo siento don Aurelio pero he de llevarle la contraria. El mérito es suyo porque más allá de conexiones religiosas con la orden de los jesuitas, usted y su equipo, educaron, no religiosamente, sino en valores. Incluso, en facetas tan complicadamente competitivas como el deporte. El equipo de baloncesto que formamos en el cole era realmente bueno pero nunca participamos en los Juegos Municipales o competiciones parecidas porque los partidos coincidían con los entrenamientos, nuestro o de los más pequeños no recuerdo, y no se sacrificaba jamás la educación por la competición. Hoy me encanta el baloncesto más allá de los resultados.
Pero más allá de la anécdota enseñó usted a pensar antes de opinar, hablar o ejecutar. Eso no me sale del todo bien pero lo sigo intentando. Pensar antes de hablar... ¡Ay! Si más de uno o una hubiera sido educado por usted quizá no serían hoy ciegos con grandes aires de vidente ilustrado.
Por cierto, todos mis respetos a los que físicamnete no pueden ver porque dan lecciones de cómo mirar la vida.
Bueno, a lo que iba.
Don Aurelio,... Aurelio,... amigo,... Gracias.
DE BIEN NACIDOS ES SER AGRADECIDO.Agradecer a un maestro lo que no enseñó, eso que dices sobre la educación y la competitividad....cuánto necesitamos aprender al respecto.
ResponderEliminarComo todo en esta vida se aprecia mas cuando se deja de tener, cuando lo tubimos muchas veces dijimos, vaya coñazo de profesor. Ahora creo que lo fue poco, o menos de lo que yo hubiese sido.
ResponderEliminarSaludos al personal.
En estos casos, siempre lo dije, incluso cuando estaba en el cole. O logarantizo la gente de ese colegio es muy especial.
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