sábado, 5 de febrero de 2011

El periodista arlequín

El arlequín,  o Arlecchino en italiano, es uno de los personajes clásicos de la comedia del arte. Su traje estaba hecho de rombos multicolores. En primer lugar eran remiendos que representaban la pobreza, aunque su figura se fue estilizando.  Anda siempre con un cinturón del que pende un palo, y además usa una media máscara negra con elementos demoníacos. Hace piruetas y acrobacias, desempeñando el rol de servidor humilde, gracioso y astuto.
Metafóricamente hablando el periodista no es más que un arlequín, un sirviente humilde, que sabe cómo contar las cosas para que aquellos a los que sirve se puedan enterar de lo que ocurre.
Desde fuera de la profesión parece sencillo pero muchos se afanan en explicar que a veces es necesario usar ese palo que lleva en el cinto que no es más que la verdad y otras veces realiza giros y piruetas para cumplir su función lo más honrosamente posible.
La mayoría de periodistas trabajan en empresas, públicas o privadas, cuyos dirigentes tratan de aplicar otros criterios que, a veces, se chocan de frente con la honestidad y la verdad.
Compaginar esas dos realidades es la función principal del periodista arlequín y ahora a alguno se le ha dotado de las herramientas que necesita para ejercer tan humilde función.

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