martes, 21 de julio de 2009

OPINION Ya estoy cansado de políticos

Sí lo reconozco. Estoy cansado. Como la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de Jerez estoy cansado.
Desde que tengo uso de razón estoy tratando de buscar respuestas de manera activa y, poco a poco, me voy quedando con más silencios que contestaciones a mis súplicas.
En mi adolescencia y juventud me impliqué hasta el tuétano con nuevos procesos catecumenales que buscaban el desarrollo integral de la persona acercándose a los más pobres.
En el último tramo de la juventud pensé que las soluciones sociales habría que buscarlas en una implicación política y más tarde sindical.
Pero al final el interior de la jerarquía eclesial, la política y los sindicatos tienen un aspecto en común que me llena de más incertidumbre: la ausencia de la busqueda del bien común en pos del poder. No importa las aportaciones que se hagan para buscar el bien común porque sólo interesa estar sentado en el trono.
De acuerdo, es cierto, hay casos extraños que hacen que la esperanza resurja, pero duran tan poco...
La lucha por los asientos la tenemos presente en el Gobierno de Jerez. Desde hace unos 10 años esa lucha era por la búsqueda de un cambio que se ha ido freguando en todo este tiempo. En ese periodo de transición lo que importó fue el asiento dando igual los colores y ahí los tres partidos (PSOE, PSA y PP) fueron culpables y ninguno entonó una disculpa porque el error fue siempre de otro.
Resulta que el objetivo era quitar a uno o quitar a otra. Y en los enfrentamientos se terminaron por olvidar los ideales por mejorar la situación de los jerezanos que seguro existieron en los tres bandos.
Ahora hay mayoría absoluta en el Gobierno Local y en vez de remar y navegar a una, los enfrentamientos se siguen sucediendo. Y creedme cuando digo que me importa un bledo el reparto de culpabilidades porque todos, en el fondo y en las formas, son culpables de olvidarse de Jerez.
¡Qué bueno es gobernar la quinta ciudad de Andalucia! Yo ya estoy cansado. Si supiera cómo promovería una plataforma ciudadana de cara a las próximas elecciones municipales y poder convencer a mis conciudadanos de que es necesario hacerlo así para establecer un control a los gobernates de mi ciudad. A veces, me imagino consiguiéndolo. Alguna vez pienso en lograr el objetivo marcado de control al Gobierno y en seguida me veo, como en un cuento de Kafka, convirtiéndome en aquello contra lo que luchaba.
El tiempo dará y quitará razones pero el gobernante habrá estado cobrando un sueldo acorde a su responsabilidad, mientras otros lloran cada noche porque no saben qué dar de comer a sus hijos.
¿La culpa? Siempre será del que pasó, gobierne quien gobierne. Y yo seguiré cansado, inmóvil,...

2 comentarios:

  1. Imagino un mundo sin sindicatos, y no me gusta, imagino un mundo sin políticos y es peor que éste. Lo de los curas... no lo tengo tan claro. Lo que ocurre es que no creo que la bondad sea algo universal, por lo que se me hacen necesarios políticos, sindicalistas, juristas...

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  2. La angustia no es provocada porque la bondad no sea universal sino por la sensación palpable de que para llegar a los puestos de decisión hay que renunciar a ella.
    Por cierto, sigo siendo sindicalista y militante político. Lo primero de manera activa y lo segundo, por inercia.
    En cuanto a los curas. Creo en la necesidad de su existencia entre otras cuestiones porque son más efectivos que los psicólogos y má baratos. Claro, en los casos en los que irradian bondad. Otra cosa es lo que se da en la lucha jerárquica.

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