viernes, 3 de julio de 2009

OPINIÓN Pan y circo

¿Alguién se ha enterado de que estamos en crisis? Pues sí, es cierto estamos inmersos en una crisis. Decían los que de economía entienden, que era de tal calibre que iba a suponer un cambio de ciclo económico. Los dos grandes sistemas que enfrentaron al mundo no dan más de sí, o eso nos quieren hacer creer porque tengo la impresión de que al menos uno, el liberalismo, ha aprendido a retroalimentarse en busca de su propia subsistencia.
¿Y cómo lo siente un jerezano de a pié? Yo soy un privilegiado, lo reconozco. Al menos hasta la fecha. Y no es que no tenga muchas cosas sino que necesito realmente de pocas. Pero me gusta observar lo que ocurre a mi alrededor y asisto atónito a un espectáculo dantesco.
Miles de jerezanos pueden llegar a encontrarse en una situación precaria y lo que más nos interesa es el fútbol. Se va la poca industria que nos queda, pero nos alegramos porque llevamos unos meses estadísticamente no demasiado malos en cuanto a destrucción de empleo, especialmente motivado por los diferentes fondos de inversión local. No está mal eso de dar de comer, pero se nos olvida que cuando la caña de pescar se ha roto y sin posibilidad de arreglo hay que pensar en cómo comprar una nueva. ¿Se está haciendo?
Si el fútbol es el circo y los planes coyunturales son el pan, ¿dónde dejamos planteadas las soluciones de fondo? ¿Dónde están los jerezanos y jerezanas ante los anuncios tamizados de desaparición de industria? ¿A caso hemos de esperar a que nos toque a nosotros? Quizá sea entonces demasiado tarde.
Los ciudadanos (género neutro que incluye a masculino y femenino) pagamos a determinadas personas para que piensen soluciones y yo sólo veo decepciones.
¿Y si el problema de Jerez de la Frontera (Cádiz) no tuviera sus raíces en la actual coyuntura económica?
Según los datos estadísiticos recogidos en la web municipal www.yahoraquehago.org, en enero de 2003 había10.642 desepleados (4.438 hombres y 6.204 mujeres); en enero de 2004, 10.853 esempleados (4.157 hombres y 6.696 mujeres); en enero de 2005, 11.044 desempleados (3.925 hombres y 7.119 mujeres). La tónica cambia a partir de ahí porque se cambia la forma de computar a los desempleados y se produce un aumento brutal de manera que llegamos a enero de 2006 con 17.183 parados (6.174 hombres y 11.009 mujeres). Claro que esa diferencia de más de seis mil desempleados no era responsabilidad exclusiva del cambio en la forma de contar parados.
Pero es que hoy estamos en 26.135 parados (11.568 hombres y 14.567 mujeres) casi 9.000 parados más en tres años y medio. Además, el sector sin empleo anterior, esto es, los que se incorporan de nuevas al mercado laboral, pero en el paro, en enero de 2006 era de 4.144 personas, mientras que hoy es de 4.300 personas, por lo que no creo que la causa esté en aquellas personas que buscan empleo por primera vez porque las cifras se repiten.
Entonces, ¿cuál es la causa? ¿Alguien podría aclarar mis dudas?
O mejor, dejadlo así porque el Xerez Club Deportivo está en Primera División y mañana, al menos yo, tendré algo para comer.

2 comentarios:

  1. Hola Ful. El problema de Jerez se remonta más de veinte años en el tiempo. Ahora, cuando se establece un plazo para cerrar la central de Garoña, se estudian planes para que la desaparición no sea traumática para la comarca. Cuando se hizo la reconversión en Sagunto, que afectó a tres mil trabajadores, se realizó un plan de reindustrialización, pero cuando se hizo la reconversión de las bodegas en Jerez, que afectó a unos siete mil trabajadores, no se hizo nada.
    Para encarar el futuro, hay que planificarlo, y contar con la colaboración de otras administraciones. Para planificar hacen falta buenos asesores...
    Sobre este asunto tengo un poemita, una entrada antigua de mi glog, que igual te gusta.
    Copia y pega y supongo que funcionará.
    http://elandaluzdesubicado.blogspot.com/2009/02/camareros-asesinos.html
    Un abrazo.

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  2. De acuerdo desubicado andaluz.
    Pero, ¿es posible que se haya producido un mínimo cambio para que todo siga exactamente igual?
    ¿Acaso es descabellado pensar que han cambiado los camareros y su repeinada presencia, para seguir siendo sicarios de una realidad que nos amordaza?
    ¿Los hubo antes y los hay ahora?
    Y una pregunta más, ¿por qué permanecemos impasibles mientras la ciudad se sigue desmoronando?
    ¡Que me den pan y que me den circo! Pero por todos los dioses del universo humano ¡QUE A NADIE SE LE OCURRA DARME UNA CAÑA NUEVA!

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